De esas noches, esas eternas noches…
De esas en que soy presa cautiva de la ansiedad y el silencio grita, ensordece y da náuseas. De esas en que la ausencia se hace presente y se puede tocar, en la espera de la nada que al final lo es todo, porque es todo lo que espero y sigo recibiendo nada.
De esas malditas noches en que me exijo llorar a ver si dreno este mar de emociones y no lo consigo, al parecer ni siquiera eso está en mi dominio , me niego a creer que debo sólo aceptar esto y vivirlo.
Esta noche es de esas donde el recuerdo se va lejos con la nostalgia y te traslada a través de todas esa vidas que son tuyas pero ya no te pertenecen, ya nada es lo que fué y nadie sabe lo que será, porque es que ni siquiera puedo creer esta noche en que el mismo Dios tenga la respuesta a algún por qué, es que ni siquiera apuesto a su existencia porque hasta la mía es un supuesto y todo lo que me rodea está en veremos.
De esas asqueantes noches en la que te aferras a todo lo que ya no está con alguna esperanza de robarle vida a un muerto para poder seguir viviendo.
Esas noches donde lo menos oscuro es el cielo y al cerrar los ojos todo se vuelve más negro, de esas de las que estás seguro que saldrás, que es sólo un momento, pero es eterno, cruel y espeso, el mundo parece haberse apagado y no se enciende ni una luz, al parecer ellas también tienen miedo...
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